El Club Deportivo Izarra sumó una trabajada y agónica victoria ante el Huarte en un partido de altos vuelos, cargado de emoción y goles. El tanto de Madariaga en el tiempo añadido, desde el punto de penalti, certificó un triunfo muy celebrado por la afición local en Merkatondoa.
El duelo comenzó con ritmo e intensidad, con dos equipos muy bien plantados y decididos a dominar el juego. Fue el Huarte quien golpeó primero, cuando Marco adelantó a los visitantes en los compases iniciales. Sin embargo, la reacción blanquiazul no se hizo esperar: Santamaría empató el choque tras culminar una jugada de estrategia en un saque de esquina, llevando el 1-1 al marcador.
El Izarra creció con el paso de los minutos, pero el Huarte no bajó el ritmo y buscó con insistencia el gol, especialmente a través de rápidas transiciones ofensivas. La igualdad se mantuvo hasta el descanso, en un primer acto muy competido.
En la segunda mitad, los ajustes desde el banquillo por parte de Iñigo Etxebeste dieron un nuevo aire al conjunto estellés, que se lanzó decididamente a por la victoria. Hualde, desde el punto de penalti, puso el 2-1 y desató la euforia en la grada. Pero la alegría local fue efímera, ya que Lukin cazó un rechace tras una falta lateral y firmó el empate a dos.
Cuando el reparto de puntos parecía inevitable, llegó la acción más polémica del encuentro. En la última jugada del partido, Urko derribó a Martiarena al borde del área y el colegiado señaló penalti. La decisión provocó una tangana que se saldó con la expulsión del propio Urko y del técnico visitante, Etxebe. Madariaga no falló desde los once metros y anotó el 3-2 definitivo justo antes del pitido final.
Con este resultado, el Izarra suma tres puntos vitales y se mantiene fuerte en casa, demostrando una vez más su carácter competitivo y su ambición por seguir creciendo en la presente temporada.